¿Imaginas poder transformar el ambiente pesado de una estancia en una corriente de aire fresco? Eso es precisamente lo que hace un equipo de aire acondicionado portátil. No en vano, estos equipos se conocen popularmente como pingüinos: los mejores aparatos de aire acondicionado transforman cualquier habitación en un lugar con temperaturas mucho más frías y agradables, en cuestión de minutos. No es como estar en el Polo Norte, ¡pero casi!
Antes de comprar un aparato de aire acondicionado, conviene conocer algunos conceptos técnicos. El funcionamiento de este tipo de aparatos de aire acondicionado es muy similar al de las unidades fijas. En ambos hay un sistema de compresión que es el que se encarga de transformar el aire caliente en aire frío. ¿Cuál es la diferencia? Que en los equipos portátiles esta unidad condensadora está integrada dentro de la carcasa del aparato, por lo que no requiere de instalación en el exterior y, por lo tanto, de obras.
Un sistema de aire acondicionado portátil es un ‘todo en uno’: los ciclos de refrigeración y condensación se completan en el interior del propio aparato. El aire caliente sobrante del proceso es expulsado a través de un tubo de extracción que se coloca fácilmente en cualquier ventana y el agua procedente de la condensación se va almacenando en un depósito que debe vaciarse cada cierto tiempo. ¡Así de sencillo!