Sobras de tus menús navideños: ¿qué hacer con ellas?
Las reuniones navideñas son la excusa perfecta para llenar la mesa de platos exquisitos. Los menús de estas fechas son copiosos y, aunque los excesos también son algo habitual, al final siempre acaba sobrando de todo un poco. ¡Prohibido tirar nada a la basura! Ingredientes, alimentos ya cocinados, dulces… Todas las sobras del menú navideño son aprovechables.
El menú navideño dura más que la propia Navidad
La primera opción para aprovechar los retos de entrantes para Navidad, de una sopa o de un asado es, sencillamente, comerlos otro día. Cuando la cantidad no es excesiva se puede consumir poco a poco durante los días posteriores siempre que los alimentos estén bien protegidos en el frigorífico.
No basta con cubrir las bandejas de restos con papel de aluminio porque el frío de la nevera puede resecar algunos ingredientes. Mejor guardarlas en recipientes de cristal herméticos y abrirlos en el momento de consumirlos. Así conservarán mejor el nivel de humedad óptimo.
El problema es que después de los atracones navideños, muchas veces lo que menos apetece es repetir el menú varios días después. Cuando hay muchos restos de la cena de Navidad es mejor optar por otras dos alternativas: congelar los platos por raciones o reconvertirlos en una nueva receta.
Ideas para aprovechar los restos de las cenas de Navidad
Una de las ventajas de disponer de espacio extra para congelar alimentos es que se aprovechan mucho mejor las sobras de los menús copiosos. En un congelador vertical o en un arcón congelador es muy fácil organizar los restos de la cena navideña para consumirlos más adelante.
En función de los ingredientes que contenga la receta, un plato preparado y guardado en un recipiente hermético puede permanecer en el congelador entre 3 y 4 meses. Tiempo más que suficiente para olvidarse de las fiestas navideñas y recuperar todo su sabor con el mismo entusiasmo unas semanas después.
En cualquier caso, no hace falta congelar el menú navideño en su versión original. Lo bueno de los ingredientes de estos platos es que en la mayoría de los casos se pueden emplear como base para nuevas recetas. Una vuelta de tuerca a la Navidad que te resultará mucho más original y sabrosa.
¿No quieres pasarte varios días repitiendo menú? Aquí tienes algunas ideas sencillas con las que aprovechar las sobras de la cena de Navidad:
Pescados y mariscos
Los restos de marisco troceados son un topping sensacional para las ensaladas. Con lo que sobre del pescado puedes preparar una sopa, el relleno de unos pimientos en salsa o unas deliciosas croquetas. Asegúrate de limpiarlo bien antes de integrarlos en la bechamel para dejar lista la masa.
Carnes y aves
Al igual que el pescado, son una base estupenda para las croquetas de cocido o el relleno de pimientos rojos. Otra alternativa sencilla y sabrosa es trocear los restos e integrarlos en un guiso de patatas. No olvides incluir los jugos de los asados: son la clave de su intenso sabor.
Verduras y legumbres
Lo bueno de las verduras y legumbres es que entre ellas siempre combinan muy bien. Por eso resulta sencillo juntarlas todas para hacer una crema fría o caliente, o reutilizarlas como base de una receta de pasta vegetariana. La lasaña y los canelones admiten muy bien todo tipo de mezclas. Añade un poco de tomate natural y queso parmesano y obtendrás un suculento plato sin apenas complicaciones.
Postres y dulces
Cuando acaban las fiestas navideñas empiezan los buenos propósitos con respecto a la dieta. ¡Pero algo habrá que hacer con los postres y dulces que han sobrado! Los turrones y polvorones que no hayas abierto pueden aguantar perfectamente hasta el próximo año. Los que has dejado a mitad pueden convertirse en masa de relleno para canutillos y profiteroles o en la base de bizcochos y magdalenas. Basta con modificar su textura con calor, leche o mantequilla para hacerlos más cremosos y manipulables.
Lo ideal es hacer los cálculos adecuados para que no sobre nada del menú navideño. Pero si los restos de las fiestas se acaban acumulando, ya ves que es muy sencillo preparar otras recetas y congelarlas para tener resuelto el menú diario durante varias semanas.
¿Qué necesitas saber para conservar los alimentos con los frigoríficos combi AEG?
Los frigoríficos combi permiten congelar y conservar la frescura de los alimentos en un único electrodoméstico, para mayor comodidad y ahorro de espacio. Las neveras más habituales en los hogares son los frigoríficos combi de libre instalación, que puedes colocar en cualquier parte de la cocina o despensa. También puedes optar por los frigoríficos combi integrables, la versión alternativa para conseguir una cocina única de diseño uniforme que deja la nevera y el congelador ocultos tras los muebles.
Con el fin de conservar los alimentos y sus propiedades durante más tiempo, nuestros combis cuentan con la tecnología TwinTech®, que ofrece la temperatura y la humedad óptima para cada cavidad gracias a sus dos circuitos de refrigeración separados, uno para el compartimento frigorífico y otro para el congelador. Además, el sistema MultiFlow mantiene la temperatura estable para generar las mejores condiciones de conservación.
Una tendencia cada vez más creciente en el mercado es optar por un frigorífico americano, que sitúa los compartimentos frigorífico y congelador uno al lado del otro. Estos ofrecen más capacidad y pueden incluir funcionalidades extra, como dispensador de agua y hielo. En AEG también tenemos frigoríficos combi French Door, con puertas francesas en la parte frigorífica para mayor comodidad en la colocación de alimentos y visión del interior.
Sea cual sea tu frigorífico ideal, consulta nuestra guía de compra para ayudarte a elegir.